Hace poco hemos estado pasando un fin de semana en este parque temático situado en Poitiers, ya teníamos ganas de visitarlo desde hacía bastante tiempo. Al principio pensaba que quizás un fin de semana no sería suficiente para poder ver y disfrutar de todas las atracciones pero lo cierto es que nos dio tiempo a ver cada una de ellas.

Fuimos hasta Poitiers en el TGV desde Hendaya, este tren me pareció que está genial, tanto que no descarto hacer mas adelante algún recorrido por Europa, bastante más económico que el avión claro. El viaje no se me hizo excesivamente largo a pesar de ser un viaje que dura algo más de 4 horas, a decir verdad me pasé buena parte del viaje durmiendo.

Nada más llegar a Poitiers cogimos un taxi. !Bonjour! Nos dijo el taxista, «Bonllur», al Hotel Alteora, gracias. En 10 minutos estábamos en el  Hotel, «the hotel, the park» nos dijo el amable taxista mientras señalaba con el dedo el hotel en cuestión y la zona del parque, que fácil.

El Hotel Alteora está bastante bien, muy cerca del parque temático al igual que el resto de hoteles de la zona. Ya en la habitación me llamó la atención que el inodoro estuviera separado del baño en otra pequeña «habitación», y que el lugar del rollo de papel higiénico lo ocupasen unos tissues muy bien apilados en una cajita. Esto que dicho así puede parecer no tener importancia puede llegar a tenerla, yo voto por el rollo de papel de toda la vida.

Desde el hotel puedes ir andando hasta el parque sin problemas, nada mas entrar lo primero es ir a coger un traductor, parecido a una radio, esto es para enterarte de lo que dicen los diferentes documentales que se pueden ver. Más adelante nos daríamos cuenta de que no es del todo necesario ya que lo importante es disfrutar de las imágenes, efectos y sensaciones que te ofrece cada espectáculo. Otras veces el traductor simplemente falla, cosas del futuro y de la tecnología.

En futuroscope cada edificio es diferente, las formas y los materiales dan para un rato haciendo posturas con la cámara intentando encontrar el mejor encuadre. Creo que el que más me llamo la atención es un edificio el cual parece un trozo de cristal de cuarzo. Y es en ese edificio donde vimos el primer documental, un documental sobre el Nilo. En una pantalla que llegaba desde el suelo hasta el techo pudimos sobrevolar este rio. Otro que me gustó fue el documental sobre la vida marina en 3D, esta vez en una sala con una pantalla esférica y las correspondientes gafitas.

Sin duda el espectáculo más divertido es uno donde los asientos se mueven y donde un resfriado duendecillo estornuda delante de tu cara varias veces. Estornudo logrado gracias a unos chorritos de agua estratégicamente colocados apuntando a la cara de la gente. El efecto es bueno y cuando sales te sientes con la cara llena de babas, toda una experiencia.

En cuanto a las colas para entrar en los diferentes espectáculos nosotros tuvimos suerte y no tuvimos que soportar grandes colas, en verano me imagino que será bien distinto.

Ya de noche después de haber estado en todos los edificios y de haber montado en el pirulí que ofrece una vista panorámica del parque decidimos ir a ver lo único que nos faltaba por ver que era el espectáculo nocturno. Un espectáculo de sonido e imágenes proyectadas sobre el agua que merece la pena ver.