- CATEGORÍA: Postre
- NUMERO DE RACIONES: 12 raciones
- DIFICULTAD: Media
La isla del mono
Casi por casualidad-o no-ayer me encontré con él, hacía años que no le veía pero ya veo que no ha cambiado, y eso me gusta. Sigue tan flacucho como siempre pero no ha perdido ni un ápice de carisma. ¡Es Guybrush Treepwood! El pirata más famoso de todos los tiempos para aquellos-y aquellas, como si vosotras no jugarais a los videojuegos, no te digo- que hemos jugado alguna vez al Monkey Island. Una de las aventuras gráficas más conocidas. Yo diría: La Aventura Gráfica.
Este juego tiene ya sus añitos, pero sigue igual de fresco que el primer día aunque juegues a alguno de los primeros títulos, con ese aspecto pixelado de «los juegos de antes». Yo he jugado un rato a la tercera entrega, con unos gráficos en 2d,tipo dibujo animado, que le dan un aspecto muy divertido.
Pero lo más tronchante de este juego sin duda alguna, y por lo que se caracteriza, es por los diálogos y situaciones que se crean. La creatividad de los creadores es desbordante. Como siempre empiezo encerrado en la bodega con pirata muy bajito-que resulta ser Wally un personaje de las entregas anteriores- que pretende asustarnos y no se da cuenta que nos hemos percatado de que su barba es falsa, así que al final se echa a llorar porque comprende que, tal y como él dice, no es ni desagradable, así que nunca llegará a ser un gran pirata. Momento que nosotros aprovechamos para escaparnos.
Guybrush termina como un pollo-manchado de alquitrán y emplumado-, se lo come una enorme serpiente y muchas otras cosas. Pero al final siempre encuentra la forma de salir airoso y continuar con la aventura.
Para hacerse con una tripulación que le ayude, tendrá que ganarse el respeto de algunos piratas a base de pruebas como un duelo de banjo o el lanzamiento del caber, donde tenemos que hacer-como casi siempre- alguna trampa o ingenio para ganar.
¡Mira detrás de ti, un mono de tres cabezas!
La receta
Esta tarta la hice hace mucho, unos meses. Como en todos los sitios se veía la típica tarta de tres chocolates, pensé en hacer una similar aunque cambiando la textura a tipo mousse. En realidad la textura no es exactamente así, pero me gustó mucho el resultado, y creo que es muy recomendable.
Cosas de la vida María Xosé tuvo la misma idea y publicó casi la misma unas semanas después de que yo la hiciera. Esto ya nos ha pasado en otras ocasiones, es curioso! No dejéis de ver también esta otra versión porque es perfecta.
Publico ahora mi versión porque estoy tirando de borradores antiguos. Ultimamente no tengo tiempo más que de cocinar los estrictamente necesario, esto es, la comida de cada día, así que pocas cosas nuevas circulan por mi cocina. Hoy que tengo el día un poco «más relajado» me he desquitado y me he puesto con una tarta, unos pasteles y un pan-qué ganas tenía de ver mi cocina desbordada de olores-.
Tarta mousse tres chocolates
Ingredientes (para un molde redondo de 22 cm):
– 600 ml de leche entera
– 3 huevos enteros medianos
– 3 claras
– 100 g de azúcar glas
– 10 g de Maicena
– 1 y 1/2 sobres de gelatina en polvo ó 9 láminas de gelatina neutra
– Un poco de agua
– 300 g de creme fraiche
– 200 ml de nata 35%m.g.
– 150 g de chocolate blanco
– 150 g de chocolate con leche
– 150 g de chocolate negro
Preparación:
Separamos las yemas de las claras. Reservamos las claras para montarlas más tarde.
Batimos las yemas con el azúcar y la Maicena.
Calentamos la leche sin que hierva. Cuando esté caliente, vertemos la mezcla anterior sobre la leche mientras batimos. Removemos sin parar hasta que espese y se haga una crema-cuidando de que no se pegue-.
Disolvemos la gelatina en un poco de agua tibia y la añadimos a la crema anterior. Dejamos que se enfríe.
Derretimos por separado los tres tipos de chocolate bien al baño María o en el microondas.
Dividimos la crema en tres partes iguales y a cada una le añadimos un tipo de chocolate una vez derretido.
Montamos la nata con la creme fraiche.
En otro cuenco montamos las 6 claras a punto de nieve.
Ahora en cada cuenco de chocolate iremos añadiendo a partes iguales nata y claras teniendo cuidado de no bajar la mezcla y obtener una mousse homogénea y sin grumos.
Vertemos en un molde la primera capa de mousse y llevamos a la nevera hasta que se cuaje bien para proceder a poner la siguiente capa y lo mismo con la tercera-como siempre que hago mousse me ayudo de láminas de acetato para poner alrededor-.
Dejamos enfriar unas horas y desmoldamos con cuidado. Podemos adornar con virutas de chocolate y canutillos al gusto.
NOTA: Aunque en mi caso no me sucedió, viendo las preguntas que me han hecho al correo y en privado aclaro con esta nota que, si os surge la duda o el miedo de que mientras se enfríe una capa se os cuajen las otras dos cremas mientras esperáis, hacedlo por separado. O sea dividid la crema en tres partes y no añadáis ni el chocolate ni la gelatina(ni los ingredientes posteriores) hasta tener la capa anterior cuajada.