Panbueno

Yo que ya me veía cual Homer atiborrándome de donuts gratis al final me he tenido que conformar con «verlos pasar» -y virtualmente además!-.

Resulta que bloguzz, ese sitio donde regalan cosas gratis a cambio de decir en tu blog que bueno, bonito y barato es el producto, hace poco estuvo ofreciendo donuts a cascoporro para los bloggers. Bueno, en realidad no lo ofrecía bloguzz, ya que solamente es la plataforma que permite esto, lo ofrecía panbueno-digo…rico-.

¡Me hacía tanta ilusión recibir mi bandeja de donuts! Por eso me apunté, aún sabiendo que los envíos estaban limitados, pero claro uno se apunta y ya se piensa que se lo van a mandar. Como el que juega por primera vez a la primi y ya se piensa que le va a tocar.

El caso es que yo creía que no seríamos tantos los que nos apuntásemos como para que panbueno no pudiese soportar ese número de envíos. A fin de cuentas estaba dispuesto incluso a regalarles un bonito post en nuestro blog, que es conocido en toda España y parte del extranjero. El envío iba a estar más que amortizado-pienso-, publicidad barata. Marketing viral que dicen los «térrnicos» en la materia. Yo personalmente pienso que sus ventas iban a verse disparadas una vez publicado en nuestro blog. Más incluso que con la archiconocida campaña que invitaba a todos a levantar el dedito para tener uno al instante.

Quizás lo que les ha molestado ha sido mi osadia al escribir en los comentarios que yo los prefería cubiertos de chocolate. Ya puestos a pedir, pues eso.

Ahora sólo espero el día que P. me haga unos caseros. Sin conservantes, sin colorantes…

La receta

Este pan lo he hecho para poder utilizar las magníficas harinas y bannetons que pedí al amasadero gracias al generoso concurso que organizó Mercado Calabajío y del que resulté agraciada-no me lo creía!-.

Tengo que dar las gracias tanto a unos, por organizar el concurso y ser además muy interesante y obtener resultados curiosos, como a otros por ser tan profesionales y tener productos de gran calidad.

Me ha gustado mucho la calidad de las harinas, así que os recomiendo que si no habéis probado esta tienda online, lo hagáis, es recomendable 100% en todos los aspectos.

Este pan resulta muy rústico pero nada pesado y como podéis ver la miga no es compacta ni pesada porque la cantidad de centeno es la justa. Podéis hacer las combinaciones de harina que más os guste por supuesto.

Masa madre

Por cierto, tengo anotadas, ya me diréis si me dejo a alguien, o si alguien más se apunta, para recibir masa madre salvaje a :

– Mercedes
– Nuria
– Amparo
– Carmen
– Penny
– Mª Ángeles
– Mai
– Mar
– Esther
– Ana Cris

Las que no me habéis enviado una dirección por favor hacedlo cuanto antes ya que estoy realizando los envíos. Muchas gracias a todas por vuestro interés en mi masa.

EDITO: Viendo la cantidad de peticiones que estoy teniendo a través del blog y del email tengo que deciros que a los que ya la habéis pedido hasta ahora intentaré enviarla lo antes posible, pero salgo de viaje dentro de una semana y no sé si podré secar suficiente masa para todos, ya os lo comunico. De todos modos, los interesados podéis seguir pidiéndome masa, pero no la enviaré por ahora, hasta dentro de un mes más o menos que pueda volver a secarla a mi regreso. Espero lo entendáis.

Pan de escanda y centeno

Ingredientes (para un pan pequeño de 400gr aprox.):

Para la masa de arranque:

– 100 g de harina de fuerza
– 125 ml de agua templada
– 75 g de masa madre natural

Para la masa final:

– 60 g de harina de escanda(espelta)
– 40 g de harina de centeno blanca
– 3 g de sal

Preparación:

Hacemos la masa de arranque mezclando la harina, el agua y la masa madre. La dejamos reposar durante unas horas tapada con un paño húmedo en un lugar cálido.

Transcurrido el tiempo la masa estará activa y llena de burbujas. La ponemos en un bowl y añadimos el resto de las harinas-la de escanda y centeno- poco a poco y la sal. Amasamos hasta obtener una masa elástica y que no se pegue. Dejamos reposar la masa durante unas horas tapada con el paño húmedo y en lugar templado, hasta doblar su volumen-unas 4h-.

Formanos la pieza y la tapamos hasta que fermente bien. Esta segunda fermentación la hice en banneton.

Cuando ya esté fermentada, la volcamos del banneton con cuidado y la colocamos sobre la fuente de hornear- o piedra o dónde lo hagáis-. Pincelamos el pan con agua-teniendo cuidado-, hacemos los cortes para adornar y espolvoreamos las semillas de sésamo.

Precalentamos el horno a 250º poniendo un cuenco con agua en la base. Horneamos unos 10′ a esta temperatura y luego lo bajamos a 190º durante 20′. Estos tiempos dependerán del tamaño de las piezas-así que cuidado-.

Una vez cocido, dejamos que se airee en una rejilla hasta que enfríe totalmente.