Estos brownies de chocolate son de mi nuevo libro “Pasión por el chocolate” -Trish Deseine. Este libro me gusta mucho, es una traducción de su versión original en francés «Je veux du chocolat» y todas las recetas son muy apetitosas.

El tiempo de cocción me parece excesivo según viene en el libro. Mi horno calienta demasiado y con 20′ exactos a 190º queda perfecto como a mi me gusta: crujiente por fuera pero por dentro muy tierno,casi se podría decir crudito. Incluso al sacarlo la parte interior tiene chocolate liquido. Como al enfriarse se endurece, prefiero dejarlo en este punto. En la receta pone 30′ y 180º pero así no conseguiríamos que cruja por fuera y estaría demasiado hecho por dentro.

La autora de la receta recomienda degustar caliente con gelatina de vainilla o nata fresca En casa nos gusta más cuando ha reposado en la nevera y a temperatura ambiente. Me atrevo a decir que está muchísimo mejor, si cabe, al día siguiente de haberlo elaborado.

Lo he acompañado con un coulis de mango, por aquello de contrastar dulce y ácido. Probad a ver como os gusta más.

He puesto el doble de ingredientes para que en un molde cuadrado de 20cm de lado tenga una altura suficiente.

Utilicé nueces de Macadamia y avellanas, ambas sin sal y naturales, sin tostar. Una vez troceadas recomiendo pasarlas un poco por una sartén sin aceite para tostarlas un poco, la diferencia es brutal en cuanto al sabor.

Y por último, como en todas las recetas de chocolate, una pizca de sal para realzar sabores.

Ingredientes:

. 450 g de azúcar
. 240 g de chocolate negro(utilicé marca Valor al 70% cacao)
. 180 g de mantequilla
. 4 huevos
. 180 g de harina
. 120 g de nueces (utilicé nueces de Macadamia y avellanas, más o menos a partes iguales)
. 5 g de sal

Preparación:

Precalentar el horno a 190º calor arriba-abajo sin aire.

Fundimos el chocolate con la mantequilla al horno o en microondas. Si es en el micro debéis poner espacios cortos de tiempo de 30″ y sacar, remover y ver como está. Dejamos templar.

Cuando esté tibio añadimos los huevos batidos, el azúcar, la harina tamizada y la sal.

Mezclamos muy bien con cuidado y añadimos los frutos secos.

Engrasamos un molde con un poco de mantequilla, mejor cuadrado, de 20×20 y al horno por espacio de 20′. En este punto lo de siempre, cada horno es diferente, adecuarlo al vuestro y a vuestro gusto.

Cuando veamos que el exterior está crujiente y el interior se vea blandito , sacamos el molde y dejamos enfriar sin desmoldar sobre una superficie fresca, para evitar que siga cociéndose con el calor residual.

Yo lo dejo sobre el marmol en rejilla y me va bien. Cuando ya esté frio podéis desmoldar con cuidado y partir en porciones.