Siempre he dicho que prefiero el calor al frio, aunque en momentos como este lo suelo dudar. Hace mucho calor, pero lo peor de todo es que apenas ha habido primavera. Más bien hemos pasado del frio y las lluvias a este calor. Se agradecen los días más largos eso sí, esto es otra cosa. Antes al abrir la ventana he comprobado que las palomas han tomado como retrete municipal el alfeizar de mi ventana.
Mañana es su cumpleaños, por eso el sábado estuve haciendo algunas compras. Fuimos los dos pero cada uno por su lado, prefiero que sea sorpresa. Aunque en este caso sólo es medio sorpresa porque volvimos juntos y ya vio de donde eran las bolsas. Ha intentado sonsacarme varias veces de que se trata, incluso me ha confesado que ha estado buscando por casa por si había algo escondido. Yo por el momento tengo echada la cremallera. Espero ser fuerte, ya no queda mucho.
La receta
Ingredientes (para 30 unidades medianas):
– 225 g de harina de repostería
– 225 g de mantequilla en pomada
– 140 g de azúcar glas
– 1 yema de huevo ligeramente batida
– 2 cucharaditas de esencia de vainilla
– 55 g de pasas troceadas
– 55 g de copos de avena
– 55 g de avellanas troceadas
– 125 ml de zumo de naranja
– 1 pizca de sal
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º y forramos una bandeja con papel para hornear.
Ponemos las pasas en un bol, añadimos el zumo de naranja y dejamos en remojo durante 10′.
Ponemos el azúcar y la mantequilla blanda en un cuenco y mezclamos bien con una cuchara de madera.
Añadimos la yema de huevo y la vainilla mientras seguimos batiendo.
A continuación la harina tamizada con la sal, los copos de avena y las avellanas.
Escurrimos las pasas, las añadimos a la mezcla y removemos bien hasta tener una mezcla homogénea.
Colocamos porciones de masa, con ayuda de una cuchara, sobre la bandeja, dejando espacio entre ellas ya que aumentarán de tamaño al hornear. Las aplastamos un poco y horneamos.
Dejaremos durante unos 12′ aunque depende de cada horno. El punto ideal es cuando los bordes se doran pero en el centro aún están blancas.
Una vez sacadas, las dejaremos reposar en la bandeja unos 10′ para que se enfríen un poco. Luego con ayuda de una espátula las sacamos y colocamos sobre una rejilla hasta que enfríen totalmente.
Para conservarlas lo mejor es en una lata hermética. Muy buenas para el café en el desayuno o merienda.
