1.- Calienta el horno a 170ºC. Engrasa con mantequilla fundida o spray desmoldante el molde para bundt cake (nunca con aceites ni margarina).

2.- Tamiza sobre un bol los ingredientes secos de la receta: la harina, la sal, la levadura y el bicarbonato. Reserva.

3.- Bate la mantequilla con el azúcar hasta obtener una crema blanquecina y que el azúcar se haya disuelto.

4.- Agrega los huevos y las yemas a la mantequilla batida anteriormente de uno en uno, dejando que se una bien el primero antes de agregar el siguiente. También añade la ralladura, el extracto de vainilla y el chocolate blanco fundido y templado. Mezcla todo muy bien hasta obtener una masa homogénea.

5.- Echa los ingredientes secos tamizados, alternos con el limoncello mezclado el buttermilk, en tres veces. Integra perfectamente hasta que no haya restos de harina.

6.- Vierte la masa en el molde, golpea suavemente un par de veces, sobre un paño, contra la encimera para que se reparta bien la masa, y no queden burbujas de aire. De este modo, en este tipo de moldes con dibujo, quedará la forma perfecta al desmoldarlo.

7.- Hornea durante unos 50 minutos, o hasta que el bundt cake esté listo. Compruébalo siempre con una brocheta o termómetro especial para bundt cakes.

8.- Saca del horno, deja el molde sobre una rejilla durante 10 minutos exactos, si ves que el bundt cake se ha separado de las paredes del molde, desmolda y deja enfriar completamente.

9.- Glaséalo con la mezcla de azúcar glas y zumo de limón.