Un caos
Por mas que lo intento no hay manera, es un auténtico caos, otra vez he caido en lo mismo. La última vez que lo ordené me dije a mi mismo que esta vez sería diferente, no terminaría todo lleno de iconos. Hablo de mi escritorio, el virtual, el de mi ordenador. A día de hoy casi no me caben más, siempre termina así.
No, no es que me guste verlo con este aspecto, todo menos ordenado, pero es algo que parece inevitable estando en mis manos. Normalmente cada cierto tiempo hago una «limpieza», y digo «limpieza» porque básicamente recopilo la mayoría de las cosas esparcidas en una carpeta a la cual doy el original nombre de «trastero» o «almacén».
Bueno hasta ahí las cosas no van mal del todo, lo peor es cuando ya tenías previamente un «almacén» o «trastero», estos terminan derivando en super trasteros, trasteritos o almacenzotes. Según me de el aire en ese momento. Pues bien, hoy toca limpieza de escritorio y esta vez, como la anterior, haré el esfuerzo por mantenerlo ordenado (Ja).
Otra de masas
LLevo una temporada que no paro de hacer masas. Parece que con la llegada del calor me apetece más ya que con menos cantidad de levadura la fermentación es mucho más rápida y con lo impaciente que soy, esto es un punto a mi favor.
Ingredientes (para 20 brioches):
– 10 g de levadura fresca ó 1 y 1/2 de levadura seca de panadería
– 450 g de harina de fuerza
– 30 g de azúcar glas
– 30 ml de miel
– 5 + 1 huevos medianos
– 8 g de sal
– 260 g de mantequilla blanda
– 30 ml de leche tibia
– 20 ml de agua de azahar
– Ralladura de 1 naranja
– Pepitas de chocolate
Preparación:
Hacemos un volcán con la harina, haciendo un hueco en el centro donde colocamos la levadura en polvo, la sal y el azúcar.
Ahora añadimos la leche poco a poco, a la vez que vamos removiendo con una cuchara para que se mezclen bien los ingredientes del centro del volcán.
Poco a poco iremos añadiendo harina a la masa y seguimos mezclando.
Echamos la ralladura de naranja, la miel y el agua de azahar. Siempre debéis mezclar bien un ingrediente antes de echar el siguiente.
Y a continuación los huevos uno a uno mezclando bien.
Cuando ya tenemos casi la masa hecha mezclaremos la mantequilla en pequeñas porciones.
La masa será muy elástica y hasta un poco difícil de manejar pero no por ello debéis hechar más harina. Si fuese necesario se hará después de la fermetación.
Tapamos la masa y la dejamos reposar como mínimo 3 horas.
Cuando haya doblado su volumen «rompemos» la masa apretándola con el puño para que expulse todo el gas.
Cortamos pedacitos de masa de aproximadamente 50gr ; los estiramos un poco e introducimos en medio pepitas de chocolate. Damos forma.
Colocamos los brioches en una bandeja de horno con papel vegetal y dejamos que haga la segunda fermentación, hasta que el tamaño de los bollos sea el doble. En este caso me bastó con hora y media.
Precalentamos el horno a 180º.
Pintamos los brioches con huevo batido y horneamos hasta que la superficie se haya dorado.
Este tipo de masa no dura mucho tiempo tierna, como mucho al día siguiente deben consumirse. Si queréis congelarlos, puede hacerse siempre antes de la segunda fermentación. Lo mejor es recién salidos del horno aún calientes.
A disfrutar!
